Por Agustín Arnaiz
La mayoría de las universidades públicas nacionales se han declarado en emergencia desde hace semanas, una situación realmente alarmante. Desde nuestro colegio, con orientación en comunicación, es lógico que se pretenda informar sobre hechos que no son aislados. Es por esto que se decidió llevar a cabo una reunión durante el mediodía del viernes. Docentes, alumnos y ex alumnos invitados dialogaron durante una hora sobre la situación de la universidad y escuelas secundarias.
Para ello se proyectó una presentación de diapositivas creada por la Facultad de Ciencias Exactas, la docente (de literatura) Dorita Frúmboli contaba: “Mi lucha por un salario digno ya trascendió, pasó a segundo plano. Ahora lucho por los futuros estudiantes”.
La desinformación por parte de algunos medios y la tergiversación de hechos han creado una cortina de humo ante nuestros ojos, priorizando otros temas en lugar de relatar la realidad que muchos estudiantes y docentes están padeciendo.
Es por esto que vamos a analizar distintos puntos para explicar cuál es el estado actual de la educación, qué consecuencias conlleva la crisis presupuestaria y cómo lo vivimos desde nuestra institución.
¿Qué es la educación pública?
En nuestro país, toda la educación es pública. Teniendo como objetivo el libre acceso de cualquier ciudadano. Las instituciones se diferencian en aquellas que son de gestión pública (administradas por el gobierno y sostenidas con los impuestos), y las instituciones de gestión privada (como es el caso de nuestro colegio Estrella de Belén, el cual tiene la característica de estar subvencionado en gran parte por el Estado, pero regido bajo una gerencia privada).
¿Qué pasa con la educación superior en nuestra ciudad?
En las universidades e institutos pertenecientes a la ciudad de Tandil, tanto como en otros a lo largo de la república, se está viviendo una situación de riesgo institucional debido al desfinanciamiento universitario y a los recortes estipulados por el gobierno. Desde el año 2016 la situación educativa se fue agravando por los mismos factores, dejando como insuficiente el presupuesto designado por el Estado para cubrir gastos y necesidades, y poder llevar una correcta gestión. Uno de los casos más visibles y que más afecta a nuestra ciudad es el de la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) con todas sus sedes en Azul, Olavarría y subsede Quequén. Teniendo una enorme cantidad de estudiantes y pre ingresantes que se quedarían sin estudios y verían reducidas sus posibilidades laborales de continuar con esta situación. Los docentes, administrativos y personal extra corren el riesgo de desempleo en caso de no solucionarse la cuestión presupuestaria.
Las consecuencias de la indiferencia estatal y de un presupuesto insuficiente ya se están visibilizando desde hace un tiempo. A nivel local, instituciones no dictan clases hace semanas, los sueldos se encuentran congelados hace meses, las pasantías no están siendo abonadas y escuelas secundarias están padeciendo modificaciones en sus horarios con el fin de aminorar gastos. Otras escuelas y maternales se encuentran vacías por problemas de infraestructura, tal es el caso de Polivalente, el cual no puede finalizar la nueva edificación y suspenden las clases de vez en cuando por precaución. También se ven reducidas las posibilidades de poseer becas y el transporte público es cada vez menos accesible.
Historia de la UNICEN, una universidad para todos
En 1960 se inició una etapa de inserción de universidades privadas en nuestra república. Es así como surge, en Tandil, un instituto de estudios superiores, para que la población local (y de la zona) pueda acceder sin la necesidad de concurrir a una institución alejada a la región.
Tras finalizar dictadura de la “Revolución Argentina”, se funda un instituto en Olavarría, seguido por otro en Azul (en 1973). Ambos creados y regulados por una empresa, misma que insertó el complejo educativo en la ciudad de Tandil anteriormente.
Estos tres emprendimientos fueron transferidos a una empresa de alcance regional. Pero poco después, la insuficiencia del esfuerzo privado para hacerle frente al crecimiento universitario era un problema. Finalizando el año 1974, se firmó un decreto que culminó con la creación de la UNCPBA (también llamada UNICEN), separando las facultades por sus ciencias correspondientes. Dos años después, comenzaría una de las etapas más oscura de nuestra historia, en donde la educación padecería de un retroceso.
Se retoma la democracia en 1983. Tres años más tarde, se reúne la primera Asamblea Universitaria, en donde se introducen los concursos docentes, más aportes para el desarrollo en la investigación, la fundación de nuevas unidades académicas y la introducción de más carreras de grado y posgrado.
Durante la charla, los ex alumnos del colegio también dieron su postura, relatando que cada día “les ponen más piedras en el camino” para continuar sus estudios, pero lo importante es persistir y luchar por lo que uno quiere. La jornada finalizó con una invitación al Festival “Argentina es educación pública”, organizado para mañana, lunes 20 de agosto. El evento tendrá lugar en la intersección de las calles 9 de Julio y San Martín y será organizado por el gremio docente, la Asamblea Interclaustro de la UNICEN y otros.
La idea no es hacer una mera celebración, sino demostrar cuántas personas se encuentran en una constante lucha por continuar con un progreso social, y para que cada ciudadano pueda acceder a completar sus estudios sin la obligación de abonar aranceles casi imposibles para algunos, ya que la educación pública es para todos.
Fotografía: Valentina Lopes