Por Florencia Prychodko
El día 25 de octubre, los chicos de tercer año y primer año de secundaria de Estrella de Belén, salieron a las escuelas 501 y 503 por la iniciativa de la profesora de música Karina Olivera para conocer otras realidades.
La profesora Olivera, fue a hablar con el directivo, casualmente la atendió la vicedirectora de la escuela 503, que también es la directora de la institución 501. Cuando la profesora le comentó que los chicos estaban emocionados por la iniciativa de asistir a las escuelas, y llevar algunas cosas que habían hecho en el aula, le gustó la idea y le propuso presentarse en ambas escuelas (503 y 501). Así planificaron y acordaron el día en que se podría ir, cada salón mencionado, dividido en dos, a causa de las grandes cantidades de chicos.
Con los chicos de primer año, se tejieron pulseras de lana con cascabeles, con ayuda y práctica de la profesora a cargo, para compartirlo el día pautado y mostrar algo que los chicos habían logrado. También la idea era mejorar la relación entre los alumnos de Estrella de Belén, y con los estudiantes de tercero, trabajaron en cuentos, donde también los presentaron en el propio jardín de Estrella de Belén. Además, crearon figuras con maquillaje artístico, para luego representarlas en las caras de los niños de las escuelas, practicando entre compañeros y buscando tutoriales para realizarlo a gusto.
“Este fue un primer acercamiento como para ver qué efectos causaba, hubo inquietudes de parte de las docentes de las escuelas, tanto de 501 como de 503, llegando al punto donde ellas también tenían propuestas para visitar ellos el colegio Estrella de Belén el próximo año y realizar jornadas para que los chicos de las escuelas puedan conocer otra institución educativa diferente a la cual ellos no están familiarizados y acercarse a las demás comunidades”, mencionó Olivera cuando se le preguntó si repetirían esta iniciativa.

Los chicos de primer año de secundaria, en la escuela 501
Magali Casey, de tercer año nos contó cómo vivió la salida a la escuela 503: “Fue una experiencia muy linda porque pudimos ver diferentes realidades, de cada chico y disfrutamos un montón cuando los niños nos pintaron y nosotros los pintábamos a ellos también, fue un privilegio. Y aprendimos cosas que no las vemos todos los días. Aunque el año que viene nosotros no tenemos más la materia de música, nos encantaría repetir el proyecto de todas formas”.
“A mí me gustó porque pudimos darles un buen momento a los chicos, a pesar de la discapacidad que tienen, que ellos no suelen recibir visitas donde les den regalitos o compartir momentos fuera de la institución, con otros chicos. Ver la risa de los chicos, que les gustara nuestra visita y que los pintáramos, cantándole canciones, fue una sensación muy linda”, nos relató en breves palabras Rocío Villareal, también de tercero.
La institución 501 es una escuela con discapacidades motoras con servicios agregados de sordos e hipoacúsicos, trastornos emocionales severos, de extractor específicos del lenguaje. El edificio que se encuentra en Av. Avellaneda entre Paz y Alem 864, es nuevo, solo tiene tres años. El equipo técnico, agregado a dos asistentes educacionales y dos sociales, está integrado por un doctor, un psicólogo, dos kinesiólogos, dos terapistas, dos fonoaudiólogos, maestros especiales de articulación.
La escuela está dividida en distintos servicios. Con los niños con trastornos emocionales se hace más hincapié en los hábitos cotidianos, como por ejemplo sentarse a desayunar o almorzar, qué modales hay que tener en la mesa, al volver al salón, el cepillado de dientes e higiene personal y del propio entorno, cada chico tiene una agenda para poder organizar el día, para eso necesitan estructura. Y en cuando a la educación, tienen materias especiales, como plástica, música, educación física y después la parte pedagógica que está a cargo de las maestras, ya que lo que se hace a principio de año es una evaluación individual de cada uno de los chicos para saber qué es lo que necesitan, dónde hay que reforzar, se habla con la familia para saber qué esperan de la escuela y de los chicos, como para ampliar el horizonte y las metas.
Con los niños con trastorno espectro autista, tienen dificultad tanto con el gesto, como con la palabra, entonces se usa el método comunicación trimodal, que es el apoyo visual del pictograma, que puede ser la imagen real o figurativa, el gesto que es más simple que el lenguaje de señas, porque ellos tienen dificultades tanto en la inteligencia emocional como en la intelectual, entonces se usan gestos que copien lo real, se repite el gesto, cuanta silaba tiene la palabra, el objetivo de este tipo de código es la verbalización, en ese caso, entendemos que silabeando la palabra, se puede favorecer la discriminación auditiva y la conciencia fonoaudiológica para facilitar la repetición de la palabra, es más sencillo discriminar la silaba, los sonidos, los fonemas de la silaba que la fonoaudiología de la palabra entera. Se tiene una gran población de lo que es trastornos emocionales severos, donde entra el TEA (trastorno espectro autista), psicosis (trastorno que produce alteraciones en los pensamientos y emociones), principalmente. Pero también tienen muchísima cantidad de niños con trastornos generalizados en el desarrollo sin especificar, que es una problemática que está habiendo en la población argentina que aumenta el número de trastornos de chiquitos con TGD (trastorno generalizado del desarrollo).

Los chicos de primer año de secundaria y la profesora Karina Olivera en la escuela 501,
Como lo dice el nombre de nuestro colegio, Estrella de Belén, la estrella que guió a los magos hasta Jesús, nosotros juntos podemos ser una estrella, ser luz en distintos ámbitos, y hacer que los chicos puedan sentirse útiles. Y que de alguna manera uno pueda ser luz, desde algo que ellos produjeron en música, por la semana de las artes.