Por Agustina Seco y Guido Suárez

El día 3 de abril en marco de la conmemoración por el acto del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, tuvimos la visita de Nicolás Dómina, un veterano suboficial mayor de la Fuerza Aérea Argentina. Él estuvo en la base militar de Puerto Darwin, pero a diferencia de otros, llegó sin saber que tendría un cargo tan importante en la isla. Dómina, con 35 años, siendo suboficial auxiliar, fue enviado a Malvinas el 2 de abril a arreglar un radar, sólo llevaba lo puesto y una valijita con sus herramientas. Tres días después obtuvo una tarea que no esperaba, al haberse especializado dos años antes en el arreglo de cañones en Alemania, a causa del conflicto bélico con Chile,  y con la guerra pisándoles los talones, su superior le ordenó que se hiciera cargo de 36 personas dentro de la división de la Fuerza Aérea, convirtiéndose en técnico suboficial mayor de cañones.

Invitado al Colegio Estrella de Belén por el profesor de matemática Bernardo Martínez, quien coordinó junto a los estudiantes 2do año el acto, Dómina fue entrevistado, a modo de rueda de prensa, por los alumnos de la escuela. De los propios chicos surgieron las preguntas que compartimos a continuación.

“Cuando mis superiores se enteraron de que yo tenía una capacitación en cañones realizada en Alemania, cuando se había comprado el material, me dijeron: ‘Bueno, usted se hace cargo de la batería antiaérea y de los 36 soldados’. El oficial que estaba a cargo no sabía del tema, los artilleros eran de la banda de música de Comodoro Rivadavia, y la mayoría de los soldados eran de Buenos Aires y estaban destinados a las islas castigados por algún tema de conducta. Así que con lo puesto me tuve que hacer cargo del grupo. Por suerte yo no perdí ningún soldado. Y no tuve que repetir nunca una orden, eran unos muchachos excelentes. Preparamos a la gente hasta fin de abril. El 1° de mayo los ingleses atacan Puerto Argentino. En ese momento no podíamos operar con la batería antiaérea porque estaban despegando los aviones argentinos. Nos atacaron y en ese encuentro murieron 17 personas. Fue mi bautismo en la guerra. Fue triste. De todos modos derribamos 7 aviones ingleses y 4 helicópteros. El 29 de mayo caí prisionero y me liberaron al terminar la guerra”, relató el veterano para comenzar con su relato.

¿En ese tiempo se estaba jugando el Mundial de fútbol, no es cierto?

Sí, lo recuerdo con claridad porque cuando estábamos en la guerra nuestra tortura era oír la radio hablando del mundial y nada de la guerra, y lo poco que hablaban sobre el enfrentamiento bélico eran pavadas que nada que ver.

¿Cómo afrontaron cuestiones como el hambre y el frío?

Nosotros vivimos en una especie de burbuja, sé que no todos los casos fueron así, pero no sé de donde todos los días los soldados conseguían cordero, vacas o caballos. Nuestra tarea en la isla consistía en: un día cocinando, un día descansando y un día haciendo trabajo en el radar. Los soldados nunca pasaron hambre. Dios nos mantuvo a salvo. A Malvinas mandaban a cualquiera porque la idea era ir y venir. Pensaban poner la bandera y regresar al continente. En ese interín Inglaterra hunde el General Belgrano y obliga a Argentina a entrar en guerra.

 ¿Se podían comunicar desde las islas con la familia?

Mi familia se enteró por un telegrama que yo estaba en Malvinas, porque inicialmente yo había sido destinado a Comodoro Rivadavia. Algunos realizaban contacto a través de los radio aficionados.

En estos días en los medios hemos visto a las familias de los caídos en Malvinas, volver a las islas porque se identificaron los cadáveres de cada uno, ¿qué opinión le merece esto?

La mejor de las opiniones. Es difícil dejar a un familiar en Malvinas. Los ingleses tienen el cementerio en excelente estado y tienen mucho respeto por los muertos. En la guerra cayeron 620 argentinos y 255 ingleses, según los datos oficiales, pero los ingleses en realidad tuvieron cerca de 400 muertos porque ellos no contabilizan los gurkhas, que fueron nepaleses contratados y que también cayeron en el combate. Los ingleses tienen el cementerio en excelente estado y tienen mucho respeto por los muertos.

¿Cómo fue el recibimiento al volver de la guerra?

No tuvimos recibimiento alguno. Al terminar la guerra los ingleses nos llevaron en barco hasta Uruguay, después un barco argentino nos llevó hasta Buenos Aires. Como había gente esperándonos en el puerto, la embarcación se desvió hasta La Plata. Luego un colectivo nos llevó hasta Ezeiza. Ahí estuvimos 3 días, nos cambiaron la ropa y volvimos en avión hasta Mar del Plata, donde me esperaba un auto que me llevó hasta mi casa. Ni siquiera mi familia sabía que yo volvía.

¿Cómo fue cuando volviste a ver a tu familia?

Nos reencontramos el 19 de junio, tuve una alegría terrible al ver a mi señora y a mis tres hijos. Ellos no sabían que regresaría.

El suboficial mayor de la Fuerza Aérea Argentina, Nicolás Dómina, visitó el Colegio Estrella de Belén en el acto del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas.

¿Puede contarnos algo más de cuando fue tomado como prisionero?

Sí, es lo más triste que hay. Nos hicieron formar, el suboficial Sosa se adelantó y les pidió a los ingleses si antes de arriar la bandera argentina nos dejaban cantar el Himno Nacional. Llorando a moco tendido, cantamos el Himno Nacional más triste de mi vida. Los mismos ingleses dijeron que fue un honor haber combatido contra las Fuerzas Aéreas Argentinas.

¿Cómo fue el trato de los ingleses con la Fuerza?

Con las Fuerzas Aéreas, excelente; no así con el Ejército, ya que les hicieron hacer tareas que no correspondían según la Convención de Ginebra. Les hacían limpiar los campos minados y debido a eso murieron muchos. Los mantuvieron 5 días en el frente y no está permitido.

¿Pensaste en que podías perder la vida?

El 1° de mayo, cuando nos estaban bombardeando, me metí con 3 compañeros en un pozo para refugiarnos. Delante de él estaban estacionados los Pucará. Un cuete se desprendió de uno de ellos y cayó en el pozo. Nos quedamos esperando que explotara, pero eso nunca pasó. Fue la mano de Dios, a partir de ahí me consideré muerto y estaba regalado porque Dios no quiso que muriera en esa ocasión.

Algo con lo que yo no estoy de acuerdo, que se dijo hoy en el discurso fue que esta guerra había sido una masacre, eso no fue así ya que se considera una masacre cuando se mata a alguien desarmado. No fue nuestro caso, los ingleses estuvieron a 2 días de perder la guerra, la Argentina presentó combate. Desde la Segunda Guerra Mundial hasta ahora, Inglaterra no tuvo bajas de tal magnitud.

Vos dijiste que eras creyente ¿tuviste que matar a alguien en la guerra?

Si al accionar el cañón alguien murió no lo sé, si fue así no lo tomo como algo personal, en la guerra nada es personal. Si vos volteas un avión, el piloto puede morir, como en otro caso es posible rescatarlo con vida. No por ir a la guerra sos asesino.

¿Te quedó algún trauma de la guerra?

Sí, tuve que hacer terapia y estar medicado por 6 meses, ya que por la noche cuando sentía un ruido fuerte, como un auto, tiraba a mi esposa de la cama y me escondía debajo de ella, pensando que era una bomba.

¿Qué hubiera pasado si Argentina ganaba?

Hubieran atacado el continente, hubieran bombardeado Buenos Aires con aviones grandes y las ciudades donde había bases militares, como Tandil, Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y Río Gallegos.

¿Alguna vez te arrepentiste de una orden dada a los soldados?

No, porque lo medité bien antes.

¿Te reencontraste con algún compañero de la guerra?

Sí, estoy en contacto siempre. Los tengo en Facebook a todos.

Por su lado, José Luis Cazanave, alumno de 6° año del secundario, con mucho conocimiento del equipamiento aéreo que se utilizó en la Guerra de Malvinas realizó las preguntas más técnicas y preparó una infografía con la información de los aviones más destacados en Malvinas, que compartimos con nuestros lectores de La voz de Estrella.