Por Eugenia Griffioen

Decidir mudarse un año hacia un nuevo país, elegir otra cultura y otro idioma es una experiencia que está en boga, especialmente entre adolescentes y jóvenes. Guiándose por una sensación de que el tiempo se escurre entre las manos, los chicos saben que no hay mejor momento para vivir una aventura que el hoy y por eso la cantidad de intercambios estudiantiles ha crecido exponencialmente.

En septiembre Alemania y Dinamarca arribaron a nuestro Colegio en forma de Merle Behr y Linea Dragheim. Estas dos chicas simpáticas están realizando un intercambio en nuestro país con el programa Rotary Youth for Exchange (que pertenece al Rotary Club) y se han integrado en el 4° año del colegio secundario.

“Estamos muy contentos y satisfechos con los vínculos e intercambios con el Rotary, porque así es como se cumplen los objetivos del intercambio cultural. Chicos de todas partes del mundo comparten la misma franja etaria con los alumnos del colegio y entonces pueden vivenciar de cerca lo que son otras culturas, otras formas de pensar, de ver las cosas. Como institución es muy rico y no se queda solo entre pares sino que los docentes también se enriquecen.” Dijo Ana Berg, directora del secundario, al respecto de los intercambios.

“Todos fueron muy amables y estaban muy interesados en mi intercambio, ¡me caen muy bien! Lo que más me ha gustado hasta ahora de mi experiencia, fue participar en Farándula, mi “hermana anfitriona” (refiriéndose a la familia que la hospeda) va a 6o año y estaba haciéndola, así que me invitó, fue divertido.” Contó Merle entusiasmada.

“Es la primera vez que nos toca una compañera de intercambio, así que nos sentimos re emocionados. Al principio no le entendíamos nada (al respecto de Merle), todo con señas pero fue aprendiendo español y se soltó bastante.” Dijo Magalí Iob sobre la llegada de Merle Behr

Recibir a chicos de diferentes partes del mundo no es algo extraño para nuestra comunidad educativa que empezó su recorrido de intercambios tres años atrás cuando el Rotary los contactó al ser el único colegio protestante de la ciudad. Como muchos de los chicos proceden de países protestantes, consideraron que insertarlos en una escuela similar al entorno al que estaban acostumbrados era una buena idea.

En la izquierda Linea Dragheim, de Dinamarca, y Merle Behr, de Alemania, posan junto al grupo de 4to año donde este año realizan su programa de intercambio estudiantil

Y a partir del 2016 Estrella de Belén tuvo su primera experiencia con Lucas Villé de Bélgica que finalizó su estadía a mediados del 2017 con un gran apego por sus compañeros y muy agradecido al colegio que lo había recibido. Ese mismo año en septiembre llego desde Estados Unidos Zachary Marx que estuvo hasta principios de julio de este año; y en septiembre llegaron dos estudiantes de intercambio de dos lugares diferentes, Merle de Euskirchen, Alemania y Linea de Kobenhan, Dinamarca que a mediados de octubre se volvió a su país por diferentes razones.

Lucas Ville, oriundo de Bélgica, realizó su intercambio en Estrella de Belén de 2016 a 2017

Muchas veces, se cree que irse por un año, es perder tiempo que se podría orientar a los estudios; realizar un intercambio es una experiencia inolvidable y que te puede cambiar la vida para siempre, ya que se gana madurez y se crece en empatía.

Por más de que es una experiencia única, en todas las vivencias hay dos lados, los intercambios tienen otra cara que muchas veces no se ve; aprender a vivir solo y a estar en situaciones incomodas o enfrentarse a problemas en los que solo se puede contar con uno mismo; son situaciones difíciles especialmente en la etapa de la adolescencia.

“Aparte de extrañar, lo más difícil es que al principio no tenes nada para hacer, no conoces a tanta gente, todavía no entendes bien el idioma o te sentís incómodo y no sabes cómo actuar pero es una cosa de perseverar, porque al final todo va a salir bien. Eso es algo que siempre tengo en mi cabeza, por ahí ahora está difícil pero en dos semanas va estar bien.” Nos contaba Félix Quintiens, oriunda de Bélgica y que esta de intercambio en la ciudad con YFU (Youth for Understanding) otra de las organizaciones que hace intercambios estudiantiles con adolescentes.

Para realizar intercambios hay varias organizaciones y empresas que gestionan este tipo de experiencias y cada una tiene sus propias variantes. Las que están posicionadas en Tandil y con las cuales tuvimos oportunidad de hablar son:

  • Rotary Youth for Exchange, es una rama del Rotary Club que realiza intercambios con adolescentes y jóvenes de entre 15 y 19 años. Por lo general el intercambio se realiza a lo largo de un año lectivo, en el cuál los estudiantes atienden la escuela que le es asignada y se hospedan en la casa de varias familias anfitrionas con el propósito de conocer las diferentes realidades de un país, la familia que hospeda provee alojamiento y comida, mientras que el intercambista debe pagar por su pasaje de avión de ida y de vuelta, el seguro de viajes y todos los gastos personales (salidas, excursiones, compras, etc.)

Las cualidades que el Rotary aprecia en los que se quieran postular para un intercambio, son las personas que demuestren habilidades para el liderazgo dentro de su comunidad o el colegio.

  • YFU (Youth for Understanding)[Juventud para el entendimiento], es una organización internacional que surge después de la 2° Guerra Mundial pero que en la ciudad, arrancó oficialmente este año. La experiencia del intercambio tiene como propósito unir culturas y que desde una edad temprana las personas se puedan considerar ciudadanos globales (son ciudadanos de diversas partes del mundo). Con la organización uno puede decidir qué tipo de intercambio se quiere; si se desea viajar a otro país para conocer y aprender la cultura a lo largo de un semestre o un año académico; o si se quiere vivir la experiencia de hospedar a un estudiante de intercambio para así aprender de una cultura nueva a la vez que se comparte la propia.  Los requisitos para hospedar a un intercambista son de tener una habitación habilitada y ser capaces de proveer las cuatro comidas diarias, el resto de los gastos (pasaje de avión, cuota de la escuela, salidas, ropa, etc.) se encarga el estudiante y su familia.

Para ponerse en contacto para viajar o recibir un estudiante en su casa:  www.yfu.org.ar,   [email protected] o @yfu.tandil en redes sociales.

En la ciudad de Tandil también hay otras organizaciones o empresas que se dedican a organizar viajes de intercambio, ya sea en el período del colegio secundario o en la universidad.

“Un consejo para alguien que quiere hacer un intercambio es que, se animen. Una experiencia así te cambia la vida; porque creces como persona de un día para el otro. Tomarte un avión por tu cuenta te da el impulso a ser un poco más adulto; el saber que tenes que manejarte solo, que tenes que ir a un colegio nuevo y hacer nuevos amigos o aprender un idioma que necesitas para comunicarte. Esas son las cosas importantes que a la larga, van a marcar tu personalidad y tu facilidad de adaptarte a nuevas circunstancias.” Es el consejo de  Alejandrina Tisocco que se fue de intercambio hace un par de años y que actualmente es voluntaria de YFU Tandil.

Fotografía de portada y de 4to año: Marcos Quiñones