Por Jazmín Quiñones, Lucia Stadler, Giuliana Valenzuela y Julia Vázquez
Este texto que se publica es parte del Proyecto de escritura de textos argumentativos de Prácticas del lenguaje de 3er año, llevado adelante por el profesor Esteban Chialva. Los alumnos, divididos en grupos, trabajaron editoriales y artículos de opinión con su formato pertinente en cuanto a estructura y recursos argumentativos. Luego cada grupo eligió libremente el tema sobre el que querían escribir.
A partir de la Segunda Guerra Mundial la humanidad ha experimentado un crecimiento exponencial en el uso y desarrollo de la tecnología, generando dependencia de las personas hacia ella. Por un lado, la evolución de esta ha generado un gran avance en el aspecto médico, social, material y económico. Aunque, siendo sinceros, nos está convirtiendo en seres inútiles al usarla continuamente en nuestro día a día.
“La humanidad tiene hoy más tecnología en la mano que la que tuvo en toda su historia”, dijo Alejandro Lastra, director de relaciones institucionales de Telefónica. Deberíamos detenernos a pensar, ¿es buena esta gran dependencia que tenemos a la tecnología o deberíamos concientizar sobre las consecuencias de su excesivo uso?
Una encuesta realizada en los últimos años obtuvo como resultado que el 60% de los niños entre 10 y 12 años ya participan en las redes sociales. Es triste salir a la calle y ver como los niños de ahora prefieren jugar con sus celulares en vez de relacionarse entre ellos o ver como se enfadan si sus padres no les compran el celular de última generación. En realidad, no sólo los niños, sino que también los jóvenes y adultos no abandonan sus aparatos en clases y trabajos, llegando a abusar de su uso, dando como consecuencia casos extremos como en Corea del Sur cuando una bebe murió por desnutrición, todo debido a que sus padres, irónicamente, eran adictos a un juego en el que debían cuidar y hacer crecer a una niña virtual, olvidando que tenían una en casa o como en Sheffield un joven de 20 años, tras pasar 12 horas seguidas jugando a la Xbox, desarrolló una trombosis venosa en sus piernas, la que luego migró a sus pulmones y le causó la muerte.
Entre otras consecuencias, podemos encontrar el llamado acoso cibernético o más conocido como ciberbullying que consiste en el uso de redes sociales para acosar a una persona o grupo de personas mediante ataques personales, divulgación de información confidencial o falsa, entre otros medios. Por lo tanto, mientras más aumenta la tecnología, mayor es el acoso cibernético.
Otro aspecto que es necesario mencionar, pero en el cual no nos detendremos con detalle, es la evolución de la tecnología con fines bélicos. En la actualidad, los drones pueden alcanzar autonomía de vuelo de más de 24 horas y entrar en territorio enemigo sin necesidad de contar con personal militar en el lugar (lo que, a su vez, permite también realizar ataques en lugares donde ni siquiera hay un conflicto). Estos han convertido la carrera por mejorar la tecnología de los mismos en una competencia mundial.
Por otro lado no solamente nos perjudica, sino que también nos ayuda y es bueno agregar aspectos positivos sobre el tema, por ejemplo en el desarrollo de maquinarias para agricultura y mejoras en la producción. Años más tarde, en productos y elaboraciones electrónicas como televisores, computadoras y luego celulares. La tecnología, es un soporte para nuestras vidas nos facilita las tareas y demás cosas que realizamos en el día a día, por lo que sin su desarrollo los sistemas de comunicación y transporte serían muy antiguos, y las industrias no tendrían la capacidad de producir elementos para satisfacer las necesidades del ser humano.
Siguiendo con los aspectos positivos, al avanzar la tecnología medicinal, es mucho más eficiente la cura de las enfermedades en las personas. A principio del siglo XX, la esperanza de vida en el mundo era de, por lo menos, 40 años. Hoy en día, el promedio mundial es de alrededor de los 70 años. La razón más grande para este salto milagroso en la longevidad ha sido la capacidad para curar enfermedades, como por ejemplo, los problemas generados por quemaduras y otros tipos de daños en los tejidos, las bioimpresoras en 3D han logrado evolucionar hasta el punto de imprimir tejidos completamente adaptables al cuerpo humano, como también un grupo de científicos de Estados Unidos, con técnicas de edición genética, ha intentado, con éxito, modificar el ADN de un paciente con síndrome de HUNTER (enfermedad genética hereditaria, ligada al cromosoma X, de la clase de las enfermedades de depósito lisosomal) con este método, es posible eliminar los genes que crean esta enfermedad y al mismo tiempo, abrir la puerta para curar otras enfermedades.
En conclusión, la tecnología es buena en un uso controlado ya que, al usarla de forma excesiva causaría consecuencias como las anteriormente mencionadas.