Entrevista a Carlos Centineo

Por Joaquín Gopar y Franco Riva

“Más allá de un evento deportivo, son un evento social y recreativo”. Hablamos con Carlos Centineo, mejor conocido como “Charly”, él es co-director de la empresa de turismo Kumbre, guía serrano, analista en sistemas y maestro mayor de obras. Nos cuenta sobre los comienzos del turismo natural o de aventura en Tandil y sobre las carreras de aventuras. ¿Cómo se transformó Tandil en una ciudad turística? ¿Cómo llegan las carreras? ¿Cómo planean organizarlas en la pandemia? Te invitamos a leer esta entrevista especial para La Voz de Estrella.

¿Cómo es el tema de las carreras de turismo? Porque Tandil no arrancó siendo un destino turístico de aventura.

No, yo empecé a trabajar en turismo en el 95. En ese momento, Tandil estaba empezando a posicionarse como un destino turístico ante un cambio en la modalidad turística, ¿cuál fue el cambio? El cambio fue un cambio de comportamiento de la sociedad, las vacaciones se tomaban una vez al año, tal vez 15 días de vacaciones continuas en familia, dónde se repetía comúnmente el destino, por ejemplo Mar del Plata. En estos tiempos empieza a aparecer la figura de la escapada, al aparecer la idea de la escapada y al tener tan cerca a Buenos Aires, Tandil empieza a ser un destino interesante. Entonces ahí, junto con algunos emprendedores de la época, formamos un grupo que se llamó Micro Emprendimientos Tandil Turismo Alternativo (METTA) hasta ese momento Tandil tenía hoteles, en ese momento se crea el primer complejo de cabañas de la ciudad que fue el manantial de los amores y los hoteles trabajaban en su temporada alta de lunes a viernes con viajantes que venían a Tandil porque Tandil era una ciudad más industrial que turística. Recordemos que habían unas cuantas metalúrgicas trabajando fuertemente, entonces había un movimiento más comercial que turístico en la ciudad, las personas empezamos a participar de eventos como ferias de turismo, exposiciones, empezamos a promocionar el destino y a su vez debimos hacer un trabajo hacía puertas adentro en la ciudad porque los propios tandilenses no consideraban que su ciudad fuera una ciudad turística. Había que hacer un cambio de cabeza, de mentalidad a los propios lugareños y llegamos hasta hacer una invitación a periodistas locales para mostrarles la ciudad, hacerles una especie de city-tour para que ellos lo comunicaran en los medios locales para que la gente empezara a darse cuenta del potencial que tenía la ciudad, así que bueno, esos son los orígenes.

Carlos Centineo

¿Su idea fue promover el turismo interno o estaban más enfocados en la gente que venía de afuera?

No, no es que se buscaba el turismo interno, si no que lo que se buscaba era un consenso que el local no ahuyentara al turista, lo que ocurría era que venía un turista y cuando paraba alguien de la ciudad, tengamos en cuenta que no existía el Google maps, no había celulares, ahí el residente le daba la explicación que podía, pero generalmente terminaba diciendo «no te quedes a dormir, andate a dormir a Mar del Plata» porque no consideraba que su propia ciudad era un lugar agradable para hacer turismo, entonces hubo que hacer un cambio de mentalidad para que la gente aceptara que vivíamos en una ciudad que tenía un potencial turístico.

En este primer despertar turístico si se quiere, ¿cuál era su principal atractivo? ¿era urbano o era ya arrancar con el paisaje, las sierras y el turismo aventura?

La verdad que cuando armamos ese grupo, todos los que estábamos en ese grupo no entendíamos tanto el turismo aventura, porque también era algo que estaba en pleno desarrollo y en aquel momento. Hasta el nombre no estaba demasiado establecido, algunos le decían turismo activo, turismo natural. Eso fue creciendo en paralelo, de hecho a mí, que se me ocurrió dedicarme a eso, me costó mucho tiempo porque no había un público tan ávido. Pensemos que estaban apareciendo las bicis de Mountain Bike, era una novedad este tipo de bicicleta, digamos que los elementos para hacer turismo aventura aparecieron en ese entonces, pero se ofrecía trekking, se ofrecía Mountain Bike, se ofrecía rapel, cabalgatas, como salida de turismo aventura pero también había una propuesta cultural con recorridos urbanos y suburbanos pero apuntando a la información, al contenido, hablando de historia, de flora, de fauna, de geología, digamos poniéndole al consumidor, al turista, una información que si no, pasaría desapercibida.

¿Entonces de a poco se fue creando ese consumidor del turismo?

Fue apareciendo el público porque también le fue cambiando la realidad. Hoy todo el mundo tiene en su cabeza cuando son los fines de semana largos en el año, esa figura empieza a aparecer en ese momento. Cuando se comienza a comprender que un fin de semana largo era una posibilidad potencial comercial fuerte para un destino como Tandil y otras serranías cercanas a Buenos Aires, como Chascomús, Escobar, y más localidades cercanas que empezaron a pensar de la misma manera. Por ahí otra población enfocaba en lugar de las sierras, su potencial a la historia gaucha y ofrecer cabalgatas y asados en medio de La Pampa.

Claro, cada uno tenía su estilo propio e identidad. En este sentido, quisiera preguntarte sobre las carreras, capaz que hacemos un salto a nivel historia porque sé que todavía estaba en proceso ¿Cómo viene esa idea de una carrera? que capaz en su momento no era tan común el tema de las carreras urbanas en la ciudad menos aún en la sierra.

Hay que trazar un paralelismo con esto que venimos hablando del turismo y el cambio de mentalidad, el tema de las carreras tiene que ver con un cambio de hábitos en la gente, en la época en la que estábamos hablando todavía no habían carreras de aventuras, lo que sí existían eran las carreras de calle, que cualquier población tenía su carrera de calle, en el caso de Tandil la emblemática maratón Tandilia que no es un maratón técnicamente porque un maratón tiene que tener 42 km pero se le llamaba maratón, que para esa época tenía que tener unas 25-26 ediciones osea mucha historia. Hoy ya está cerca de la edición número 50, pero el perfil del corredor de ese tipo de carreras era de una persona que entrenaba para hacer atletismo, en cambio esto de salir a correr en las sierras empieza a generarse como una mutación porque aparece como un cambio en el hecho de que el que sale a correr por las sierras, no solo está buscando un bienestar desde la práctica del deporte, si no que lo está involucrando con la parte del esparcimiento y con una cuestión social, y ahí es donde está la clave en cuanto a lo que llamo carreras de aventuras. Más allá de un evento deportivo, son un evento social y recreativo. Entonces hay un movimiento que tiene que ver con hacer un viaje grupal que no solo que se viaja para hacer la carrera si no que también para entrenar, y además una cuestión que tiene que ver con lo social porque la mayor parte de las personas que participan en este tipo de competencias no tienen ningún interés en el resultado. Curiosamente, participan de una competencia, miran la clasificación, pero siempre va a esgrimir ese argumento de que lo hace para sentirse bien y que no le importa cómo salió; a diferencia de las carreras de calle donde sí que el rendimiento es importante, donde siempre bajar un segundo en una marca es importante. Entonces hay un cambio en eso y también hay un cambio, y ahí apuntaba con el comentario del comportamiento social, hasta en la indumentaria, quien corría una carrera de calle la corría con la indumentaria que tenía, no había una cuestión tan marcada en cuanto a la estética, hoy en este tipo de competencias le dan mucha importancia a la indumentaria, a la zapatilla, si tiene el taquito más largo, el taquito más corto, la vinchita, que haga juego con los cordones. Esto no pasaba en el atletismo tradicional.

También hay otro nivel de mercado hoy en día. Pero entonces, el crecimiento de estas carreras responden a un fenómeno que tiene que ver con un cambio de comportamiento social.

¿Cuáles fueron los primeros ejemplos de estas carreras que tenemos en Tandil? porque vos decís que tenemos Tandilia como carrera urbana, que era otro mundo, ¿cuándo empieza a llegar esta nueva ola, este nuevo movimiento social a Tandil?

Puedo nombrar a 2 personas, una local que falleció hace un par de años Gustavo Iturrioz, que hacía una serie de eventos que se llamaba “El Espíritu de los Dioses”, y a nivel nacional un organizador de Buenos Aires que se llama Sebastián Tagle, que empezó a organizar carreras y particularmente una serie que se llama Adventure Race y que estamos hablando del año 2000-2001-2002, ahí es el punto inicial de este tipo de carreras.

¿Es una serie a nivel nacional, no?

En ese momento se hablaba de hacer un campeonato, eso ha ido cambiando, pero por ejemplo una carrera con un determinado nombre como marca, se hacía en diferentes escenarios y después durante el año como que estaba en juego algún tipo de copa o premio. Entonces la gente participaba en 3-5 carreras o las que fueran y a fin de año decían por ejemplo: el ganador del circuito de El Espíritu de los Dioses fue x persona más allá de quién ganaba cada carrera individualmente, eso también se está perdiendo. Hoy hay más eventos individuales, pero no un circuito que tenga una premiación a lo largo del año como un campeonato.

Preguntarte también por tu carrera especialmente, ¿cómo fue la primera?, fue variando, no es lo mismo en las de ahora.

La fuimos adaptando, la primera fue en el 2011, en enero de 2011. Marcelo Palai, mi socio, había participado en el Adventure Race y en el circuito del Espíritu de los Dioses, entonces insistía en que se debía hacer una carrera, y a mí lo que me parecía que hasta no encontrar un formato que se diferenciara un poco al resto no me entusiasmaba la idea. En ese momento además también estábamos enfocados en grupos de turismo educativo que fue otra de nuestras etapas de trabajo y bueno en un momento nos decidimos y largamos la idea de hacer el cruce Tandilia con aciertos iniciales como por ejemplo haber conseguido un Main sponsor importante como fue la empresa OSDE, que lo fue desde el inicio de la idea, desde la primera edición tuvimos el mismo sponsor, como también la idea del formato. Para esa época una carrera en etapas no era algo muy común, había pero no era muy común. Entonces, esas cuestiones diferenciales le dieron un potencial al evento que lo fue llevando a tener la trascendencia que hoy tiene, que afortunadamente está posicionado entre las más importantes del país.

Para aclarar, la carrera se divide en 2 etapas que se dividen en 2 días entonces genera toda esta movida de decir: voy a correr, entonces me quedo, me pago un hotel, alquilo una cabaña, tengo 2 días, me levanto temprano, tengo la acreditación.

Agregamos hace 5 años la carrera vertical y el evento pasó a tener 3 días, por lo cual, la persona que viene a hacer el evento completo, sabe que son 3 días en Tandil, esto lo hicimos porque nos pareció una idea divertida, pero más allá de todo lo que nos motivó fue agregar un día más de estadía en la ciudad, además de que la carrera vertical lleva entre 2 a 5 minutos para el que tarda más, en realidad es un juego o una previa pero no tiene nada que ver a lo que es el sábado y el domingo.

¿Cuántas ediciones vamos del Cruce Tandilia?

Van 10 y con un año de suspensión por pandemia, estamos en proceso de organización y por cómo vienen las cosas y como venimos hablando con los sponsors, la carrera se va a poder realizar, salvo que haya una sorpresa con respecto a la pandemia, certezas no hay. La curva indicaría que para enero deberíamos estar en una situación sanitaria tranquila para poder realizarla.

¿Se tendrán que tomar medidas o alguna variación? Como están las cosas hoy, hay que pensar en un protocolo para el control cuando pueda haber amontonamiento de gente, esos momentos serían fáciles de manejar, con la acreditación, que como lo hacemos en un lugar amplio se podrían evitar las colas, simplemente simplemente se tendría que dar un orden de ingreso. El otro momento clave son las largadas dónde históricamente han sido largadas únicas con todas las distancias a la vez, que es una de las cosas bonitas de la carrera, pero que vamos a tener que pensar en dividir. Seguramente lo que tendrá que ocurrir es que iremos largando cada distancia en un horario diferente. A mí lo que se me ocurre es que a las 6 de la mañana larguen los de 60 km, a las 7 de la mañana los de 42 km , a las 8 de la mañana los de 21 km, a las 9 de la mañana los de 10 km y a las 10 de la mañana los de 5 km. Entonces, con largadas separadas, como el circuito es muy amplio, no habrá aglutinamiento de gente. Además hay algo que es importante de remarcar y es que a día de hoy, están habilitados los entrenamientos grupales, y el entrenamiento grupal es social, por lo tanto hoy está habilitado que venga un grupo de gente a entrenar a la ciudad, salen, entrenan y como es un entrenamiento y no es competencia, se detienen, se sacan una foto todos abrazados y en cambio en una competencia, por el mismo hecho de ser competitivo, se evita el contacto social, ya que vas a tratar de pasar a la persona y no abrazarla, entonces claramente hay mucho menos riesgo en una competencia que en un entrenamiento. Sin embargo, curiosamente no están habilitadas las competencias pero sí los entrenamientos grupales. Hay que trabajar en un cambio de percepción en cuanto a cómo el Municipio entiende el tema de la competencia porque lo ve como una situación problemática en cuanto a los contagios y en realidad es mucho más problemático un entrenamiento que una competencia, porque no hay contactos.

Ahora lo estamos diciendo en 2021 pero de aquí a unos años nos vamos a acordar y capaz va a ser un momento en el que cambie el formato en el que se da normalmente una carrera de aventura.

No solo en las carreras, la pandemia no ha cambiado hasta la manera de vincularnos en todos los aspectos, y la carrera es parte de la vida de las personas y no va a escapar de eso.