Por Nicolás Carciochi, Eugenia Griffioen y Guido Suárez

El pasado jueves 2 de agosto fue, sin dudas, una mañana trágica que sacudió a toda la provincia de Buenos Aires. Entre las 7:45 y 8 am en la localidad de Moreno, en la escuela Nº 49 Nicolás Avellaneda, una estufa con conexión a gas envasado explotó, llevándose las vidas de la vicedirectora de la institución, Sandra Calamano, y el auxiliar Rubén Rodríguez.
Ambas personas habían entrado a la sala de profesores con la intención de preparar el desayuno para los estudiantes, que todavía no habían ingresado, y, cuando prendieron el anafe, la pérdida de gas (que no era algo nuevo), explotó despidiendo a uno de los cuerpos a 30 metros, y al otro a unos 60 metros, aproximadamente.
Situaciones de este tipo (fugas de gas) venían ocurriendo continuamente y habían sido denunciadas en reiteradas ocasiones, pero las presiones y amenazas desde la inspección para que no se suspendieran las clases no permitía tomar medidas. La desidia y abandono del Estado en su máximo punto, cobrándose vidas, como consecuencia de cada detalle y falla que se deja pasar. La negligencia histórica de nuestros gobernantes mata.

Rápidamente, la indignación corrió por toda la provincia de Bs. As. convocando a paro docente y estudiantil por duelo, y en reclamo de mejoras edilicias, invitando a la gente a manifestarse.

En nuestra ciudad, a las 10:30 la mañana los docentes dieron inicio a la movilización desde la calle Rodríguez, donde leyeron un documento en memoria y reclamo por lo sucedido. Una hora más tarde, se sumaron estudiantes de diferentes instituciones, y recorrieron las calles del centro de Tandil, hasta llegar a la Jefatura Distrital.

Durante la noche anterior, el Centro de Estudiantes de Polivalente (CEP) en nuestra ciudad había convocado a una huelga estudiantil y un faltazo, invitando a todas las escuelas a unirse y, en lugar de ir a la escuela, manifestarse en la Plaza Independencia. En nuestro colegio, el Centro de Estudiantes Estrella de Belén (CEEB) decidió apoyar la manifestación generando carteles para que los y las alumnas y docentes se sacaran fotos.

En la marcha, la estudiante Sofía Reynoso, Presidenta del Centro de Estudiantes de Polivalente (CEP), nos contó: Los docentes vinieron a contarnos que iban a hacer paro por lo sucedido, y ahí dijimos que no nos podíamos quedar atrás. Lo mejor que se nos ocurrió fue convocar a una huelga y faltazo, así, en lugar de ir al colegio, nos manifestamos acá en la plaza. Entonces, en el medio de la clase, empezamos a contactar a todos los Centros de Estudiantes que conocíamos, y como dijeron que sí, nos largamos. Todo fue muy improvisado”. Luego agregó: “cuando salimos del colegio, imprimimos 250 carteles y fuimos pegando por todo el centro y las escuelas. Hoy, cuando venía para acá (a la marcha), vi que en algunas escuelas los habían arrancado o rayado”.

“Que se animen, que esto lo formamos todos, nos hace parte a todos. Todos los días vivimos lo que es la escuela pública y el abandono del Estado en ella.”  Palabras de Sofía Reynoso presidenta del CEP

En nuestro Colegio, a las 11:00 bajamos al salón de usos múltiples, tanto los alumnos de secundaria como de primaria, para reflexionar sobre lo que pasó. Luego de izar la bandera a media asta, la directora del nivel secundario, Ana Berg, habló de lo sucedido, apelando a reflexión desde nuestro lugar. “Hay docentes y estudiantes manifestándose en la plaza, solidarizándose y queriendo que las cosas cambien”. Se llamó así a pensar sobre la diligencia, y la importancia de hacer las cosas que se tienen que hacer, en el momento que se tienen que hacer. Más tarde, el capellán David Casaretto oró por quienes son responsables de mantenernos en seguridad y por la situación del país. Luego se hizo un minuto de silencio, en señal de respeto.

Como estudiantes, como docentes, y como personas en sí, debemos entender que no tenemos que esperar a que sucedan cosas de este tipo para darnos cuenta de que quienes nos gobiernan, en el momento que sea, deben ser responsables y diligentes, y no tenemos que tener miedo a manifestarnos, llamándoles la atención en el momento que lo tenemos que hacer, haciéndonos escuchar. Esperamos que esto sea un punto de inflexión, que lleve a la gente a solidarizarse con los reclamos por la educación pública, que han sido demonizados a lo largo de estos años, al Estado a darse cuenta de que deben funcionar para la gente, y ocuparse de las necesidades básicas como lo son la educación y la salud, y que lo que pasó no vuelva a suceder jamás.