Entrevista a Mabel González, estudiante de Acompañante Terapéutico
Por Malena Oliva
«Nunca es tarde para aprender” fue la frase más inspiradora de Mabel González, estudiante de acompañante terapéutico. Ella es una mujer que se dedica a ser ama de casa y que, con la edad de 49 años, se atrevió a comenzar a estudiar su tan querida carrera de acompañante terapéutico. Con mucho carisma, sencillez y sinceridad, Mabel nos cuenta cómo es arrancar una carrera luego de tantos años, estudiar y entregar trabajos en tiempos de pandemia y, obviamente, los desafíos que ello conlleva. Sin dudas, abre su corazón y su historia para crear un ambiente totalmente interesante. Es de admirar que una persona “mayor” tenga la iniciativa de decidir incorporar nuevos conocimientos y hacerlo con dedicación y mucho esfuerzo, por esto y más, los invito a disfrutar de una deliciosa entrevista a Mabel González.
¿A qué edad comenzó a ser ama de casa y por qué razón?
Desde muy chica que hago cosas de la casa. Yo vivía con mi abuela y siempre, desde chica, me enseñó lo que es ser ama de casa. Le ayudaba en todo lo que podía, así que me fui adaptando desde chica a hacer las cosas de la casa. Y así, bueno cuando me casé, tuve que ejercer ama de casa por completo.
Dentro de las carreras terciarias o universitarias, ¿cuál era la carrera que más le llamaba la atención? ¿Por qué?
Acompañante terapéutico. Siempre quise ser acompañante terapéutico. Siempre me gustó estar con personas mayores, acompañarlas, ayudarlas. Siempre me gustó estar con ellos y vivir el día a día con ellos. Sobre todo ayudarlos.
Yo hago muchas cosas de PAMI para mi suegro, para mi abuela, para mi mamá, y bueno, eso te va llevando a que te interese un poco más.
¿Cómo era usted como estudiante en la secundaria?
Me costaba. Había empezado a trabajar en ese tiempo, cuidando a unos chiquitos y me costaba después, porque ya quería trabajar y quería abandonar el estudio. Dicho sea el caso, abandoné en cuarto año y después me arrepentí porque me di cuenta que era mejor seguir estudiando.
¿Dónde cursó la secundaria y hacia qué orientación se enfoca?
Yo iba a la escuela Nº7 de Tandil y se orienta a las Ciencias Naturales. De noche era la escuela Técnica Nº3 antes.
Si tuviera la posibilidad de regresar 31 años al pasado, ¿qué carrera hubiera elegido?
Hubiera seguido la carrera de Ciencias Naturales o Sociales, me gusta también la parte que vi en la secundaria que se relacionaba hacia esos aspectos. Osea que en estos momentos estaría sacando sangre en la parte de hemoterapia según la escuela (Risas por parte del entrevistado y el entrevistador).
Desde la mirada de madre, observas que ¿El sistema educativo ha evolucionado o por el contrario se ha estancado?
Sí, creo que hubo una evolución. Lo veo comparando los años que tuve en la escuela y la escuela de hoy mediante el estudio de mis hijos. Nada que ver lo que es ahora. Está todo muy avanzado. Más que nada que creo que matemática, creo que la parte que más avance tuvo. Más que por ahí lo que es historia, ya que la historia nunca va a cambiar pero la matemática y todo lo relacionado a la tecnología ha avanzado mucho. Antes no había nada de eso con respecto a la tecnología, por ejemplo. Hoy en día tenemos que aprender de vuelta, a mi me toca. (Risa amable del entrevistado).
Hay cosas que, por ejemplo, yo no puedo ayudar a mis hijos. Yo tengo una hija que se llama Micaela y con matemática yo no la puedo ayudar.
¿Creé que es mejor estudiar que trabajar? ¿Por què?
Antes yo había decidido trabajar por un tema de que yo tenía otras necesidades. Mi papá no podía pagar muchas cosas de los materiales y todas esas cosas. Entonces, yo ya con 16-17 años comencé a trabajar a fin de comparar las cosas que yo quería en ese momento. Pero igualmente fue una decisión mía. Yo lo decidí. Hoy en día, creo que es mejor estudiar que trabajar porque si no estudias no tenés oportunidad para conseguir un buen trabajo. Hoy en día, para trabajar en una estación de servicio o cualquier otra cosa, necesitas el título del secundario como mínimo. Osea, que sí es muy bueno estudiar.
¿Por qué, luego de tantos años, decidió comenzar a estudiar una carrera?
Porque me quedó inconclusa. Es algo que siempre quise hacer desde mi secundaria y bueno, ahora que tengo la oportunidad, lo estoy haciendo. Estoy cumpliendo una de las cosas que más me gusta, estudiar para ayudar a adultos mayores.
¿Qué fue lo que la motivó para poder decidirse y elegir la carrera de acompañante terapéutico?
Bueno, acompañante terapéutico siempre quise ser. Entonces, viendo que era una tarea inconclusa simplemente decidí registrarme y comenzar a estudiar algo que amo realmente.
¿Cuál fue la opinión de sus familiares en cuanto a esta decisión?
Todos estaban contentos, me dieron apoyo. Me dijeron “Si te gusta, y vos lo querés hacer, hacelo”. Así que, fue una reacción muy bonita. (Demuestra una delicada y carismática sonrisa)
¿Tuvo miedos e inseguridades antes de elegir la carrera?¿Por qué?
Sí, la había puesto en duda, más que nada con esto de la pandemia. Al principio, yo me había anotado pero nunca me imaginé que me iba a agarrar una pandemia y no íbamos a poder tener clases presenciales. Lo que es bueno del curso de acompañante terapéutico es lo presencial. Es una carrera muy práctica entonces nos quedamos con muchas cosas sin experimentar como ir a los geriátricos o a lugares de salud mental.
¿Dónde estudia la carrera de acompañante terapéutico y cuántos años son?
Es un año solo y la estoy cursando una vez al mes en el centro Psicosocial de Tandil. En sí, la carrera era una vez al mes con ocho horas corridas. Entrabas a la mañana a las 10 hs y salías a la 17 hs de la tarde. Pero, como nos agarró la pandemia todo eso ya no se realiza.

Actual Institución de CPSA, Instituto Superior de Formación Técnica en Tandil
¿A que se dedica un acompañante terapéutico?
El acompañante terapéutico es un profesional de la salud. Nosotros nos metemos en las casas, cómo en las personas. Somos mediadores. Somos personas que ayudamos y asistimos a personas que necesitan tanto ayuda psicológica como en la salud. El acompañante terapéutico, sobre todas las cosas, acompaña a personas en tratamiento con un equipo de acompañante terapéutico. Nosotros nunca trabajamos solos.
Cuando el psicopedagogo o la psicóloga, no logran avanzar con el paciente, el proceso se estanca y es ahí donde aparecen los acompañantes terapéuticos y este, se introduce en la cotidianidad del paciente. El paciente también puede tener hasta 2 acompañantes terapéuticos. Si vemos que uno no funciona, se busca a otra y así. Es muy importante que el paciente logre sentirse cómodo con el acompañante ya que eso influye tarde o temprano en el tratamiento.